El libro, editado en 2009 por la Secretaría de Educación de Veracruz, México, recopila experiencias de trabajo en esta temática en los ámbitos comunitarios y de instituciones educativas. En el libro, los autores plantean que la evaluación participativa es una forma de enfrentar estos retos al resignificar las formas de aprendizaje para que sean acordes con el contexto y con las personas de manera autogestiva, construyendo saberes de forma colectiva e integral en tanto se trata de una forma alternativa de evaluar procesos educativos que valoriza los saberes que resultan de los diferentes contextos del aprendizaje.